viernes, 14 de febrero de 2014

El poder del lenguaje


Parece que el lenguaje, la manera de hablar, no es importante, pero es al revés: es muy importante. Ser optimistas, ver el vaso medio lleno, ser capaces de expresarnos buscando lo positivo en cada situación marca la diferencia entre estar motivados o no estarlo, entre ser capaces de buscar nuevos horizontes o no.

Os pongo un ejemplo práctico: cuando hablamos de las personas desempleadas (incluso en las noticias de los canales "más importantes" y de la prensa escrita nacional) hablamos de "parados". A vosotros no sé, pero a mí me molesta muchísimo, porque no hay nada que se mueva más que un "parado". No es lo mismo estar "desempleado", es decir, sin empleo, que estar parado, es decir, sin hacer nada. Y parece que, al olvidar esta diferencia, no damos valor al trabajo de buscar trabajo, que suena a tópico, pero no por ello deja de ser verdad. Y no es nada motivador este enfoque tan negativo y destructivo de los Buscadores de Empleo. Para mí es como decirle a un corredor de maratón en plena carrera que no está haciendo nada.

Y os pongo otro ejemplo. ¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien hablar de  un "cursillo" de 500 horas que ha terminado? Un proceso formativo de 500 horas no es un "cursillo": ¡es un curso! Has dedicado 5 meses (más o menos) a realizar una formación que te ha requerido un esfuerzo de estudio y una inversión de tiempo (y dinero en muchos casos), no podemos quitarle importancia llamándolo "cursillo", porque si no le damos importancia nosotros ¿cómo podemos esperar que un entrevistador o un reclutador se la dé?

Otro aspecto de la manera de hablar que llama poderosamente la atención es cómo explicamos, cómo definimos lo que nos pasa. A nosotros y a los demás. No es lo mismo decir "he aprobado" que "me han aprobado", ni tampoco "ha ascendido a director" que "le han ascendido a director", ¿verdad? Es lo que se llama "locus of control" y que viene a definir el lugar donde ponemos la responsabilidad y los méritos de lo que nos pasa: en nosotros o en los demás. 



En cada persona es diferente, y transmite cosas diferentes. En una entrevista de selección, entre otras cosas, se analiza dónde está el tuyo (dentro o fuera de ti) y, una de las maneras de detectarlo, es analizar tu manera de expresar los logros y dificultades que has tenido a lo largo de tu trayectoria profesional. 

Por eso quiero "romper una lanza" a favor de llamar a las cosas por su nombre, sin desprestigiar ni desmerecer lo que somos y lo que hacemos, dando valor a los esfuerzos que realizamos, a las cosas que logramos y reconociendo nuestra valía personal y profesional.Y haciendo que los demás también nos lo reconozcan.




2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo Reyes. Precisamente hoy en el programa de Para Todos la 2, que me encanta, hablaban de la importancia incluso de la voz! Cómo hay que trabajarla y hasta qué punto nos condiciona a la hora de que nos acepten o no en una entrevista de trabajo. Mira que debate más interesante...http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-debate-expresion-oral/2420191/

    ResponderEliminar
  2. El lenguaje no verbal es fundamental a la hora de mostrarnos, sobre todo porque es más difícil de controlar. ¿Te imaginas en una entrevista de trabajo contestando preguntas, controlando la postura, los gestos y el tono de voz? Es imposible y, al final, acabamos centrándonos en lo que decimos y nos olvidamos del cómo. Yo siempre he creído que hay más verdad en el cómo que en el qué se dice, pero es algo que se puede entrenar. Tomar conciencia de la importancia de cada uno de estos factores y, al mismo tiempo, analizarlos en nosotros mismos nos puede ayudar, y mucho, aportándonos seguridad y confianza durante las entrevistas de trabajo.
    Muy interesante la perspectiva de Nina, y totalmente de acuerdo con ella! El ser humano es un todo indivisible que debe ser educado de manera global, incluida la voz. ^_^

    ResponderEliminar